En el centro del pueblo se levanta la iglesia parroquial, grande y señorial. Toda ella ha sufrido importantes obras de restauración.
Se trata de un edifico de tres naves, la mayor más elevada que las otras, al que se accede por una portada renacentista (1550). Los restos más antiguos de la iglesia corresponden a la nave del evangelio (S.XIV). En el S.XVI hay un intento de reforma y agrandamiento, con la intención de levantar también una torre, que quedó inconcluso. Las obras estuvieron dirigidas por el gran maestro Pedro Díez de Palacios.
La mayor devoción de los habitantes de Nebreda se centra en S. Antonio, al que está dedicado un retablo de la nave norte. En torno a él se celebran las fiestas en verano. El retablo mayor (1749) está dedicado a la Natividad de la Virgen.
La pieza más interesante que se conserva en la iglesia es un Cristo del S. XIV.